Se acaba agosto, el verano busca su fin y ello refleja en mi recuerdo como
a Cris se le iba un aliado, el calor. Ver a Cris en verano era verla convertida
en una flor bella, luciendo su alegría. Cristina cuando su salud de lo permitía
era muy especial, brillante, dulce, hermosa al mundo y llena de fiesta.
En esta estación venía tanta gente que ella quería, disfrutaba y sobre todo
le querían tanto. Que hondo tesoro ver su sonrisa abierta a servir, recuerdo
vagamente un señor, ya fallecido, de Piedrafita emigrante en Barcelona, que
comprara un piso en Sarria y durante el verano le dejaba el café pagado cada
mañana, Cris a las mañanas le costaba levantarse y el bendito señor desayunaba
con anterioridad.
Su alegría contándome tantos detalles, no dejan de ofrecerme que bonita
estación es el verano, amemos tanta riqueza.