Ayer fue 24 de
julio, un día para mí y los que queremos a Cris muy especial. Celebramos su
onomástica, la solemnidad de Santa Cristina. La primera vez en 2016, a poco más
de nueve meses de su fin humano, de su inicio de vida espiritual, de vida
eterna en el lugar donde su luz brillará para siempre. En el cielo existen muchas
estrellas que nos iluminan, sin duda Cristina es una que ayer mirábamos con
gran gloria y con la música de Mozart y Pleyel interpretada a dos violines por
Elsa Ferrer y Quiara López, nos elevábamos con intimidad, emotividad, sencillez
y gran amor, al cielo de Cristina. Estoy seguro que Cielo lleno de alegría, de
amor, de fiesta en recibirnos a todas las personas que llevamos dentro tanto
amor vertido, de aquel inmenso corazón, del ahora inmensa alma. Es fantástico,
es extraordinario celebrar cada año su santo con cantos que resuenan en nuestro
interior, abrigando nuestras debilidades y soltando nuestro amor entregándolo
alrededor de su alma, colmando luz, amor y alegría.
Felicidades
Cristina. Feliz día de tu santo