Hoy 24 de julio celebramos el día de Santa Cristina, onomástica de nuestra
querida Cris. Tras dos años yéndonos al cementerio muy pegaditos a sus restos
humanos para trasladarle nuestro agradecimiento y sentir todo su amor, volvemos
a los tradicionales conciertos alcanzando ya la séptima edición, como un camino
hecho al andar. El verbo figurado “andar” no es otro, en este caso, que seguir
un camino, despacio y contemplando tanta hermosura donosa, que es sencilla de
elegir porque Cristina nos lo ha abierto y es tan claro como el agua de un
bendito hontanar.
Este día, para mi personalmente, es una fiesta; me siento, es cierto,
nervioso, con mariposas en el vientre que me mantiene como eternamente
enamorado esperando, en unas pocas horas, una cita que recuerda a un novio que
se va a ver a su novia con enorme ilusión, con ganas de poder disfrutar de su compañía.
Con mi alma apresurada como un corazón y mi mente sustentada en la fe de la
vida más allá de la muerte, espero celebrarlo lleno de alegría y amor.
Que enorme tesoro Dios me ha regalado, mi deseo todos seáis participes de
esta fiesta y alegría.
Feliz día de Santa Cristina