Este miércoles ha sido 9 de marzo, ese día Cristina cumpliría 51 años. Desgraciadamente
no la tenemos aquí, su falta nos provoca mucho dolor y una desazón ímproba. Al mismo
tiempo, tanto creyentes como no creyentes, todos unidos en el amor nos
embarcamos en la esperanza; es verdad que con diferencias y matices, pero
también es verdad que blandimos su legado, para vivir con su ejemplo, con su
inmensa sonrisa y su inmenso amor hacía los demás. Ello nos tiene que empujar a
ver a Cris aún presente entre nosotros, mantener su presencia, no solo como
recuerdo sino su presencia viva, como un tesoro para ser mejores, más felices y
vivir como ella siempre hizo.