Hoy es San Valentín, como dijo el Papa Francisco lo dejamos muy solo en
manos del hedonismo. Valentín hizo innumerables buenas obras en Roma, sobremanera
era un casamentero en aquellos tiempos donde era perseguido por los romanos.
Para Valentín el sacramento del matrimonio era una bendición de Dios a la
humanidad, y por ello fue encadenado y condenado a muerte.
Estando en el corredor de la muerte, supo que la hija del juez de la
prisión era ciega y oró prolijamente a Dios para que pudiera ver. Le mandó una
tarjeta envuelta en un sobrecito y cuando ella sacó la tarjeta pudo leer, “Tu
Valentín”, como forma de despedida. Seguramente San Valentín estaba enamoradlo
de la joven, sea como fuere el amor cuyo fin es la unión natural de un hombre y
una mujer en la santificación del amor sacramental fue un motivo para que las
autoridades de Roma lograran cambiar una sádica celebración de aquella época,
en la cual los maridos buscaban asegurar la fertilidad de sus esposas por medio
de látigos improvisados de piel de cabra. Celebrándose el primer día de San
Valentín el 14 de febrero de 494.
Cristina, como tengo comentado, no era de celebraciones particulares, y
esta no era una excepción. Para Cris la fiesta del amor y cariño iba en su
genética. A mi si me sale buscar días donde poder resaltar mis carencias, por ello
hoy quisiera ser el Valentín de Cristina, poder decirle que la amo
profundamente. Como un Cupido entro en mi vida y con él, es cierto que más
sosegado, menos apasionado en salacidad, pero mucho más engrandecido sigue como
un corazón rojo y fuerte en amor, que me facilita la energía para amarla y
amarla.
¡ Feliz día de San Valentín !