La confianza es la locura de poner tu vida en las manos de otro, exceptuando al Señor, Cris y yo pusimos nuestras vidas en las manos uno del otro respectivamente. En más ocasiones he hablado del día de san Juan Bosco, en tiempos patrono de la Formación Profesional, ahora lo desconozco, y en la que el centro de Sarria se vaciaba para festejarlo. Recuerdo como Cris vivía aquel día apasionada, la naturaleza hizo en ella una elección feliz en el momento que la escogió como una fuente de virtudes, que volcaba a cada segundo; como hoy trayendo a colación aquellos años de adolescente y juventud. Transmitía con intensidad cada segundo de su vida, trabajaba muy duro, muy disciplinada, volcada en el esfuerzo, soldaría, divertida, generosa y feliz, formaba un menú diversificado que nos nutría a todos los que disfrutábamos de su maravilla.
El 31 de enero todo el instituto de FP se paralizaba (nosotros en el llamado instituto de BUP por nuestro patrón, Santo Tomás de Aquino, tres días antes simplemente no teníamos clase, era como un día festivo, que gran diferencia) organizaban concursos, competiciones, bailes, juegos y las clases se convertían en comedores llenos de alimentos que llevaban de sus casas. El ambiente era alegre y muy grato para estudiantes, profesorado y todo el que se acercase al centro.
Me llega a mi mente, año tras año, momentos especiales en los que Cris tanto disfrutaba de esta vida. Hoy día de san Juan Bosco me emociono recordando a Cris, que me vuelve a mi vida como Cris hermosa, Cris brillante, Cris siempre pendiente de los demás. Desde ese cielo espléndido te deseo un buen día de san Juan Bosco.